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lunes, 28 de octubre de 2013

Bebimos democracia tan rápido que la resaca nos dura más de 30 años

"La democracia es una fachada detrás de la cual sólo hay unas cuantas vigas carcomidas por la polilla, llenas de polvo y excrementos. Los poderes políticos y económicos pretenden mantener la decorativa fachada del edificio democrático e impiden -con sus discursos machacones (reiterativos y pesados) y con otros métodos- que verifiquemos que detrás de la fachada existe algo todavía. A la democracia hay que arrancarla del inmovilismo, de la rutina y de la falta de credibilidad en sus propias virtudes; los factures rutina y falta de fe en sí misma son los que convienen a los poderes económicos y políticos. Si junto a la democracia política y, en un mismo plano, se situara la democracia económica y cultural, otras serían nuestras sociedades, otro nuestro mundo. Quizás todavía no sea demasiado tarde para pensar."

José Saramago. 

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